El Centro Joven, es y pretender ser la casa de los jóvenes, pero también la de los niños, la de los adultos, en definitiva, es la casa de todos. Un lugar para el ocio y la cultura, capaz de albergar distintitas actividades, de un modo flexible y adaptable, capaz de hacer sentir y soñar a los jóvenes. El espacio constituye una ventana horizontal al parque, principal pulmón verde del lugar, capaz de irradiar de luz y vibración al interior, para hacer sentir el exterior dentro, diluyendo y amplificando los limites entre el interior y el exterior, entre el dentro y el fuera.
Desde la austeridad de su concepción arquitectónica intenta poner en el centro, un fragmento de paisaje, un fragmento de la tierra de este lugar. Recordando la vinculación de estos pueblos manchegos con el entorno próximo.
“En todos los lugares donde piensas que hay vacío hay algo muy importante que precede y eso son las relaciones”. Jesús Rafael Soto